viernes, 21 de agosto de 2009

¿Reelección o perpetuación?

Este es el fantasma que desde hace una década ronda sobre América Latina. Más allá de que sea consecutiva o alterna, lo que preocupa es el quiebre que hacen a la Constitución quienes desean prolongar su estancia en el poder, atropellando la democracia que juran defender.

Si bien lo que políticamente se concibió como un “premio” ciudadano a la gestión de los buenos gobernantes, se ha ido degenerando en ambiciones ilimitadas de poder de personajes que se creen mesiánicos e irreemplazables.


Con argumentos como “revolución bolivariana” “revolución socialista” y “seguridad democrática” han justificado las modificaciones constitucionales para seguir atornillados al sillón presidencial. Ahí están y ahí se quedan.






Pero lo inquietante de esta fiebre reeleccionista, que tomó un nuevo auge exactamente hace 10 años, es que en casos como los de Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Álvaro Uribe (Colombia) se devela un ansia de perpetuarse en el poder. Coincidencialmente, todos ellos en sus primeros mandatos aseguraron no contemplar la posibilidad de reelegirse.








Estos cuatro países son claros ejemplos de la personalización de la política y del hiperpresidencialismo. Y si bien estos mandatarios han obtenido legalmente sus triunfos, también lo es que un amplio porcentaje de ciudadanos (hasta el 45% en algunos casos) no los avalaron, lo que se convierte de inmediato en un riesgo para la gobernabilidad y hasta para la unidad nacional. (Ej. Bolivia)

Uribe…. otra vez


En medio de este panorama en donde se revive sobre el uso indebido que los gobernantes hacen de los mecanismos de poder para lograr su continuidad en sus cargos, en contravía de los principios democráticos y del axioma universal de que la alternancia en los gobiernos es lo que permite el fortalecimiento institucional, la creación de una cultura política y la madurez ciudadana.

En Colombia, el presidente Álvaro Uribe está por completar su segundo mandato consecutivo y la mayor parte de este último lo ha dedicado a promover un cambio más a la joven Constitución (1991) que le permita una nueva reelección inmediata. Estamos ad portas de que el Congreso de vía libre a un referendo para que se abra esa posibilidad.

No ha importado la férrea oposición de líderes políticos, las investigaciones tanto de la Corte Suprema de Justicia como de la Corte Constitucional por denuncias sobre entrega de prebendas a cambio de avales parlamentarios para lograr la aprobación del referendo ni los fundamentados y abiertos cuestionamientos de los medios de comunicación.





Y aunque dice mantener una “encrucijada en el alma” sobre si se presentará para un tercer período consecutivo, al mismo tiempo aduce que sus políticas de seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social se deben perpetuar. Y para ello no ve en el horizonte a nadie diferente a él para lograrlo. Nada más equivocado.

Dice no querer perpetuarse en el poder pero va por esa vía, en la misma por la que transitan Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, quienes irónicamente, hoy en día son sus más acérrimos críticos por la agenda exterior que ha implementado y que tiene “incendiado” políticamente el vecindario andino.



¿Hacia la dictadura democrática?

En medio de una creciente polarización política nacional, los colombianos estamos a la espera de que el Presidente Uribe se decida y prolongue en el tiempo su presencia y sus políticas de Seguridad Democrática con las que arguye, el país ha entrado en la vía de la pacificación.

Sin embargo, esa tal seguridad es más una sensación que una realidad. En las ciudades los índices de criminalidad se han disparado, el desempleo campea en áreas rurales y urbanas y el conflicto armado interno sigue ahí, “inamovible”, desde como hace 40 años.


Vale resaltar que de los 18 países de América Latina, 14 permiten la reelección. Actualmente en siete (Costa Rica, Salvador, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Chile) es viable pero después de un mandato constitucional.

En otros siete (Argentina, Brasil, República Dominicana, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia) puede ser consecutiva. Y en los cuatro restantes (Guatemala, México, Paraguay y Honduras) está totalmente prohibida. En ninguna democracia se contempla la reelección indefinida, pero cómo van las cosas, parece estar soterradamente imponiéndose en algunos países.

Y es aquí donde vale la pena preguntar: ¿el poder para qué? ¿Nos encaminamos a dictaduras democráticas disfrazadas? ¿Dónde queda la influencia y el deber del llamado “cuarto poder”?.

LA PRENSA AMENAZADA

LIBRE pero amenazada. Así se encuentra la actividad periodística en algunos países de América Latina pese a la enérgica y creciente condena internacional de los organismos defensores de la libertad de prensa. Y lo más inquieta es que además de registrarla como noticia no se promueve ninguna acción eficaz para contrarrestar esos “abusos de poder”.




La intolerancia al disentimiento y la crítica de los mandatarios de Venezuela (Hugo Chávez), Ecuador (Rafael Correa) y Bolivia (Evo Morales) se tradujo en primer lugar en una abierta y dura guerra verbal contra los medios de comunicación y posteriormente en el cierre de muchos de ellos.

Adicionalmente están promoviendo duras legislaciones contra la actividad periodística, intención a la que recientemente se ha sumado Perú.



Es increíble que estos gobernantes, todos ellos ejerciendo segundos mandatos gracias a las jugadas constitucionales que hicieron para conseguirlo, no tengan la capacidad de promover un debate abierto, sincero y sobre todo decente sobre las políticas y temas que generan amplias polémicas.

Extralimitación

Su salida más fácil después de declararlos “enemigos” de sus revoluciones socialistas ha sido ordenar la salida del aire de cientos de emisoras y el cierre de periódicos, no sin antes hacer una abierta persecución a sus propietarios (Caso RCTV en Venezuela y Globovisión).



Aducen para ello que estaban operando de manera ilegal o que han violado las leyes. Sin embargo es curioso que muchas de esas emisoras estaban al aire hace más de ocho o diez años y sólo hasta ahora, estos reelectos mandatarios se dan cuenta de esas irregularidades, si es que existían.

Será que sienten “pasos de animal grande” de estos medios que a diario denuncian la corrupción oficial, las políticas

EL SALTO DIGITAL

Los periodistas tradicionales o de “vieja data” como suele llamarse a quienes hace más de dos décadas ejercemos esta profesión nos enfrentamos al reto de explorar, descubrir e implementar las herramientas tecnológicas y para ello lo único que necesitamos es vencer ese miedo que como a todas las personas produce aprender.

Creemos que es difícil y que las nuevas generaciones nos llevan ventaja porque “nacieron” con el chip tecnológico. Sin embargo una vez tenemos la disposición, el tiempo e irrumpimos en la cibercomunicación entendemos cuan sencillo y fascinante es.


Esta es sólo una reflexión sobre mi experiencia personal y en la que debo admitir que en mi tránsito hacia la tecnología y el periodismo digital apenas estoy “gateando”, pero estoy segura que en poco tiempo no sólo correré, sino volaré.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Noticias internacionales

Además de ser jefe de redacción soy la encargada del análisis internacional. Por eso me encantaría conocer más de primera mano los hechos que se suceden en sus respectivos países. Me interesa mucho lo que pasa en Venezuela y Ecuador por los recientes sucesos que han tensionado las relaciones bilaterales y, con México, por la guerra de carteles que se està viviendo y que es un problema semejante al que vivimos aqui.

Un sitio para que nos conozcamos

Creo que esta es la herramienta ideal para que los participantes en este diplomado nos conozcamos, expresemos nuestras inquietudes, nos ayudemos y en fin transmitamos cosas del diario vivir que queramos compartir. A nivel laboral, también nos será muy útil ya que como somos de diferentes países podremos intercambiar ideas sobre la actualidad nacional e internacional.